5. Elige tu clase
La educación somática nos encuentra en otro lugar, no existe la reproducción sino solo la experiencia. Estamos constantemente buscando respuestas, pero el cuerpo tiene su tiempo para entender. La mente, en cambio, es mucho más ansiosa y atolondrada. Equilibrar ese dialogo es el desafío.
Aquí puedes abrir tu puerta; entrar, y recorrer los rincones que están más olvidados, navegar en tus profundidades y estar consciente para poder elegir si quedarte o salir.